10 Ene 6 claves para la internacionalización de empresas
La internacionalización de empresas es una de las apuestas que las pymes realizan para expandirse y tener presencia en otros países.
Es un proceso que requiere un gran esfuerzo de la organización, pero también es una forma de prestar más y mejores servicios a sus clientes.
Además, la PYME incrementa sus ingresos y minimiza los riesgos. La venta de productos o servicios en otro país amplía la facturación de la empresa y, con ello, disminuye posibles contingencias.
Son muchas las compañías que lo planifican como expansión de su marca y, en ocasiones, como una forma alternativa de reducir costes en sus procesos de producción, ya que ésta es una forma de producir más unidades de sus productos. Es decir, es a mayor escala.
Los resultados positivos también los sienten sus clientes, que son atendidos por personas de su misma nacionalidad (casi siempre) y en su propio idioma.
Tipos de internacionalización de empresas
Fundamentalmente, existen 3 tipos de internacionalización en la que las empresas pueden embarcarse. Veámoslas.
#1. La Exportación
Es la más sencilla y, por eso, la primera elegida por las PYMES cuando quieren abrir sus puertas al comercio internacional.
Independientemente de que los productos sean fabricados en el país de origen de la empresa o en un tercero, se venden en otro diferente. Lo que sí ocurre es que la factura comercial la emite la PYME que desea internacionalizarse.
La responsabilidad documental y los riesgos, generalmente los asume la empresa, para ejercer mayor control sobre la venta.
#2. La Intermediación
Esta modalidad de internacionalización de empresas tiene dos grandes ventajas: el riesgo es compartido y existe un intercambio de conocimientos con la empresa que actúa como partner.
Este modelo se puede aplicar de diferentes formas:
- Joint Venture: dos empresas se unen para formar una tercera. Existe una especial dificultad a la hora de gestionarla, ya que ambas participan por igual en la toma de decisiones.
- Franquicia: se trata de un acuerdo al que llegan la empresa local y la que quiere expandirse. En él, la primera opera bajo el nombre de otra, a quién le paga un canon por utilizar la marca comercial. La transferencia de productos para vender puede ser completo o solo acordar una parte del negocio de la empresa que se internacionaliza.
- Licencias: se trata del acuerdo entre un agente local y la compañía original. El primero paga una cuota para poder trabajar con la tecnología de dicha empresa. Es un permiso para aplicar el know how , tecnología y modelos de negocio.
- Contratos de fabricación: se fundamenta en la compra de productos fabricados en el país objetivo y que se venden en éste bajo el nombre de la empresa que se expansiona.
#3. La jerarquizada
Esta forma de internacionalización tiene que ver con la apertura de nuevas filiales en un país objetivo. Se trata de sistemas más rígidos en los que la empresa que inicia el paso de internacionalizarse es la que controla todas las decisiones de la nueva filial.
Podemos llegar a ella a través de dos formas:
- Con la adquisición de una empresa activa en el mercado en el que se pretende operar. Este paso implica todo el cambio de nombre, de modelo productivo, estructural, comercial… Hablamos de reconvertir algo que ya está activo en el modelo que busca la empresa que se internacionaliza.
- Con la apertura desde cero de una filial. Requiere un mayor esfuerzo, pero su ventaja es poder crearla desde el principio bajo toda la filosofía de la empresa.
En este apartado, es muy importante resaltar la gran importancia que tiene vigilar los impuestos del nuevo país, su regulación, restricciones, legalidad, etc.
Claves para la internacionalización de empresas
Iniciar un proceso de internacionalización de empresa es un paso estratégico que necesita un análisis profundo de la compañía.
Antes de dar este trascendental paso, se deben tener los conocimientos necesarios del mercado a los que se quiere expandir. Es decir, saber qué competidores tenemos y cuáles son sus Market Share. También hay que conocer si el mercado es maduro o en crecimiento y cuáles son las barreras de entrada que vamos a encontrar.
1/ Conocer la ventaja competitiva
Antes de dar ningún paso hacia el exterior es conveniente que tengamos el atributo diferencial que hará que nuestra empresa destaque sobre las demás en el mercado en el que queremos implantarnos.
Podemos pensar en costes, en calidad, en innovación o en otra variable en la que nuestra organización despunta. Pero es fundamental que tengamos claro que ha de ser algo diferenciador en relación a la competencia en el país.
Tenemos que saber cuál es esa ventaja competitiva que necesitamos para que el mercado en el que nos adentramos nos vea como una marca distinta y ventajosa para ellos.
2/ Implicación de la dirección de la empresa
Para lograr el éxito expansivo del proceso de internacionalización de empresas, el equipo directivo ha de estar involucrado al máximo. Es necesario que su apuesta por esta estrategia sea firme.
Conocer el mercado en el que se pretende aterrizar es fundamental para empezar con buen pie. El equipo directivo tiene que conocer la cultura del país, qué competencia se va a encontrar y con qué precios y productos tendrá que competir.
3/ Mantener informado e involucrado a todo el equipo
Lograr una internacionalización de empresas exitosa y natural es más fácil si todos colaboran en ella. Por eso resulta beneficioso que el equipo de recursos humanos participe con la difusión de los pasos que la compañía tiene previstos dar.
Hablar sobre los beneficios empresariales que ello puede tener y dejar claro si este importante paso afecta o no a la jornada laboral de las personas, logra que todo el equipo se involucre en el proyecto.
4/ Qué papel desempeñará la nueva filial
Otro de los aspectos que debe quedar definidos es el rol que va a jugar la nueva filial dentro de la estructura empresarial global.
Es decir, ¿queremos que sea una oficina comercial, una planta de producción o fabricación, un espacio para I+D, un centro logístico? ¿O preferimos iniciar esta andadura a través de una Joint Venture o cualquiera de los otros tipos de internacionalización definidos anteriormente?
5/ Conocer las posibilidades del estado financiero de la empresa
Por supuesto, antes de abordar nuevos mercados, la alta dirección debe conocer si las finanzas de la empresa lo permiten y en qué medida.
La internacionalización de empresas requiere que pensemos en el tipo de financiación que requiere el camino internacional de nuestra marca. ¿Ajeno o propio? ¿En el país de destino o en el de origen? Además, es importante planificar cual va a ser el retorno de inversión de la internacionalización y en cuánto tiempo.
6/ Estrategia de entrada en el nuevo mercado
En función del país al que se pretende llegar, deberemos atender unas cuestiones u otras. Por ejemplo:
- Cuál es el marco legal.
- Si se necesita pagar aranceles.
- El tipo de transporte que necesitaremos.
- El tipo envasado y embalaje que requieren nuestros productos. Por ejemplo, el idioma.
- Si comercializaremos con nuestra marca, con una nueva, a través de una filial o de un representante.
¿Cuál es tu planificación para la internacionalización de tu empresa?
Como conclusión, podemos decir que, para planificar la internacionalización de empresas, se debe definir una estrategia y unas tácticas para llevarla adelante. Sobre algunas de ellas hemos dejado ya unas pinceladas, pero si quieres profundizar o te quedan dudas, contacta con nosotros y te atenderemos encantados.
Por esta razón es imprescindible trazar un plan de ruta en el que estén incluidos todos los agentes que participarán en este aperturismo. Y nos referimos tanto a los agentes externos de la organización como a los distintos departamentos propios involucrados en el proceso.
Desde tu punto de vista o desde tu experiencia, ¿Cuál es la clave más importante para que se desarrolle con éxito la internacionalización de empresas?
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